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Arranca nuevo laboratorio del CALAS para pensar el antropoceno desde América Latina

Fue en Cuernavaca, en el año 2000, cuando el químico neerlandés Paul Crutzen usó por primera vez el concepto de antropoceno para describir de manera enfática la destrucción a la que el hombre somete al planeta. Por tanto, México –como señala Olaf Kaltmeier— es el lugar propicio para estudiar esa compleja relación entre hombre y naturaleza. Con el propio Kaltmeier y con Gerardo Gutiérrez Cham, directores científicos junto a  Susana Herrera y Eleonora Rohland, del Laboratorio de Conocimiento 3 del CALAS: El antropoceno como crisis múltiple: Perspectivas desde América Latina, conversamos para conocer a detalle esta línea de trabajo. 

El Laboratorio tiene la misión de plantear nuevas formas de convivencia para garantizar el sostenimiento de nuestra especie. Para ello, agrupa a un gran número de investigadoras e investigadores quienes, desde las Ciencias Sociales y las Humanidades, piensan cómo hacer frente a los problemas ambientales de la tecnosfera. Esa es justamente una de las novedades de este hotbed en el abordaje del antropoceno.

Como apunta Gutiérrez Cham: «No solamente se convocan trabajos de especialistas de la Biología, la Geografía o la Bioquímica, sino también se trata de ver cómo esos problemas son tratados por historiadores, sociólogos, gente de filosofía, literatura, etc. Eso es un aporte interesante dado que los problemas actuales ya no son aislados, sino que están vinculados por múltiples ámbitos».

Pero exactamente, ¿qué abarca el estudio del antropoceno desde América Latina?

Primera parada: temas de análisis

Para Kaltmeier, «el antropoceno es un concepto muy importante porque marca una ruptura fundamental en la historia humana. P, por primera vez es el hombre es el agente más importante de la transformación de los sistemas terrestres». Pero esa labor de «agente transformador» ha derivado en prácticas que ponen en riesgo su propia supervivencia, en ese punto se centran los estudios del Laboratorio cuyo proyecto mayor consiste en un handbook de seis volúmenes que abarcará diversos problemas antropocénicos: agua, tierra, minería, bosques, biodiversidad. Asimismo –comenta Gutiérrez Cham— «habrá un volumen más en el que se abordarán estos asuntos a partir de imágenes». 

Esta serie de textos pretende sintetizar el conocimiento que hasta hoy se acumula sobre el antropoceno en América Latina, desde las Ciencias Sociales y las Humanidades. «Trabajamos ahí la genealogía del antropoceno desde la perspectiva del continente –añade Kaltmeier— iniciando con la Conquista. Es una labor conjunta de un equipo de cerca de 25 editores. En cada volumen aparecen alrededor de 20 autores, con lo cual, en todo el proyecto, hay implicados casi 200 investigadores. El libro saldrá en acceso abierto, simultáneamente en español e inglés».

Esa perspectiva latinoamericana a la que se refiere Olaf Kaltmeier transversaliza todo el quehacer del Laboratorio «Antropoceno». Mirar desde este lado del mundo tiene implicaciones muy claras en la investigación. 

América Latina como lugar de enunciación de las crisis del antropoceno

El estudio desde América Latina va más allá de la simple ubicación geográfica de la base del Laboratorio, trasciende la inclusión de investigadores (fellows) de diversos países de la región. El punto clave radica en que el continente «tiene temas relevantes para el antropoceno como el intercambio de biota, por ejemplo, vinculado con la conquista en 1492, cuando se introdujo biota desde el llamado viejo mundo a las Américas, desde donde a su vez, se llevaron por vez primera productos como la papa y el tomate hasta Europa. Pensamos también en las bacterias, como la viruela, que fue un arma biopolítica en la lucha contra los pueblos indígenas en la primera parte de la Conquista. 

Hacer énfasis en los procesos de la conquista y los efectos del capitalismo, desde el extractivismo iniciado con la propia colonización, forma parte indispensable de esta perspectiva latinoamericana. Esto es importante para corregir visiones demasiado occidentales, enfocadas en el proceso de la industrialización en Europa».

El estudio de las nuevas relaciones que se implantaron con la llegada de los europeos al continente no es lo único que caracteriza a esta perspectiva. A ello, Gerardo Gutiérrez suma la incorporación de distintos tipos de conocimiento, como el ancestral que, de acuerdo con Kaltmeier aporta respuestas específicas «desde las cosmovisiones indígenas, campesinas, afroamericanas…» 

Los acercamientos conceptuales desde América Latina postulan una relación diferente entre hombre y naturaleza, a la par que incluyen formas de poner un alto a las crisis del antropoceno. 

De la organización y la producción de conocimiento

A la par del handbook, el proyecto impulsa publicaciones propias de sus investigadores miembros y una serie de conferencias en las que se «discutirán los problemas más recientes del antropoceno y que estarán acompañadas por visitas ecológicas para ver tales asuntos ambientales en tiempo real. Se busca promover el diálogo, ir más allá del análisis de datos» – explica Gutiérrez Cham. 

«La reflexión sobre el antropoceno no es solamente de la academia en sí, -apunta Kaltmeier—, sino también un específico sentipensar desde las artes. Por ello, convocamos a la realización de un mediometraje y un concurso de cortos, con los que involucramos a personas de todo el continente que estén interesadas en las crisis del antropoceno. Se trata de narrar en un lenguaje visual temas que afectan la vida cotidiana, como el cambio climático o, la deforestación. Fenómenos que se observan también en Guadalajara, con, los incendios en el Bosque de la Primavera o, la contaminación del río Santiago. También en, el agua que se consume, la producción de aguacate…Son todas cuestiones de las llamadas tecnosociedades, creadas por el hombre. Hemos creado una segunda naturaleza, una tecnosfera que tiene un impacto muy alto hoy. Es necesario reflexionar sobre todas estas dimensiones del antropoceno».

El antropoceno estimula conceptualmente a repensar esa división artificial y occidental entre cultura, sociedad y naturaleza. En su lugar, proponen aquí una convivencia mutualista entre estos actores que propicie el buen vivir desde el cuidado. Por ese camino va la conferencia inaugural del Laboratorio, titulada «Antropoceno y Cuidado», que tendrá lugar del 24 al 26 de abril. Con esa invitación le sugerimos también mantenerse al tanto de esta línea de trabajo mediante la web y las redes de CALAS para contribuir a pensar el antropoceno desde América Latina.  

Para saber más del Laboratorio «Antropoceno» del CALAS, puede consultar la página web: http://www.calas.lat/es/node/2149 

Fecha: 
Viernes, Marzo 25, 2022